En esta edición conoceremos más sobre el cáncer de próstata, el segundo tipo de cáncer más común en hombres; a la vez te indicaremos los factores de riesgo que puede degenerar esta enfermedad, los síntomas y algunas recomendaciones para su temprana detección. Como siempre es muy importante recordarte que prevenir puede salvar la vida de tu ser querido.
Como sabemos la próstata es una glándula del tamaño de una nuez y está ubicada debajo de la vejiga y delante del recto, su secreción se vierte en la uretra y forma parte del líquido espermático, entonces llamamos cáncer de próstata al que se desarrolla en uno de los órganos glandulares del sistema reproductor masculino y cabe resaltar que ésta es la tercera causa de muerte más común en los hombres, después del cáncer de estomago y de pulmón. Este cáncer de próstata consiste en un crecimiento descontrolado y anormal de las células prostáticas y puede no mostrarte inicialmente ningún síntoma pero si ligeros fastidios como: presión sobre la vejiga y la uretra impidiendo la salida normal de la orina.
El problema con la detección de este cáncer es que a menudo no produce ningún síntoma en su fase temprana. Por esta razón, aproximadamente el 70% de afectados no es diagnosticado hasta que se encuentra expandido más allá de la glándula, por ello es muy importante recalcar que esta enfermedad se desarrolla frecuentemente en hombres mayores de 50 años y los hombres que tienen antecedentes de un familiar con el cáncer de próstata deben comenzar estos chequeos a partir de los 40 años.
Estos exámenes se recomienda que deben realizarse anualmente, incluyendo un examen desangre para medir en PSA - antígeno prostático específico – y el examen digital de próstata y en algunos casos con una biopsia, lo cual consiste en extraer una muestra pequeña del tejido de la próstata que se examina en el microscopio y se determina eficazmente alguna anomalía.
A continuación te indicamos algunos factores de riesgo que pueden acentuarla:
La edad: se estima que al llegar a los 50 años, uno de cuatro hombres, tienen células cancerosas en la próstata y esta incidencia aumenta con la edad.
Historia familiar: los hombres que presenten antecedentes familiares de cáncer prostático tienen un riesgo aumentado de contraerla en comparación de aquellos hombres que no muestran esta historia, por ello se recomienda que todo hombre mayor de 40 años con antecedentes cancerígenos en la familia tiene que realizarse un examen anual.
Dieta alimenticia: hoy se encuentra establecido que el consumo de grasa en la dieta, especialmente de carne roja, contribuye al desarrollo de cáncer prostático. Por ello recomendamos limitar el consumo de alimentos ricos en grasa y tener una dieta balanceada que contenga frutas (uvas, melones), vegetales (tomates, ajos, brócoli, coliflor) y fibras. Beber té verde, ya que contiene una sustancia que ayuda a evitar el mal. También sugerimos consumir vitamina E (nueces, pecanas, aceitunas, espárragos, etc.) Todo esto acompañado de ejercicio moderado de por lo menos 30 minutos diarios, especialmente aquellos hombres mayores de 50.
Luego de conocer sobre esta enfermedad y saber que no presenta síntomas visibles o notorios en su fase inicial; es muy importante estar atento a los repentinos cambios que se pueden mostrar en nuestro organismo, cambios como:
La necesidad repentina de orinar (por ejemplo orinar frecuentemente durante la noche) y la dificultad para empezar a orinar, esto viene acompañado de dolor y/o quemazón. Otro de los “síntomas” visibles es la presencia de sangre en la orina, una eyaculación dolorosa y continuos dolores en cadera, costillas, pelvis y/o espalda baja, y una de las más notorias es la pérdida de apetito y peso. Estos ligeros cambios en tu organismo pueden ser señal que algo no está bien, en algunos casos se puede acentuar y en otros pasar desapercibidos. Por ello es urgente y necesario no minimizar las “pequeñas” molestias que puedas sentir y acudir de inmediato al doctor para descartar cualquier enfermedad.
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